El tecolote desde la época prehispánica era considerado por los pueblos indígenas como signo de la muerte
y de los malos presagios, representando en la mayoría de las culturas
del México y Guatemala antiguo a varios dioses, principalmente del
inframundo. Debe de especificarse que para las culturas mesoamericanas
el inframundo no necesariamente representa algo maligno, sino
simplemente algo que puede ser indeseable, como la muerte.
Incluso existe en México el refrán "Cuando el tecolote canta, el indio muere". Otro dicho similar dice "Cantarle a uno el tecolote", que significa que la muerte está cerca. Entre los indígenas aguacatecos
existe la creencia popular que cuando un tecolote canta cerca de una
casa, un integrante de la familia tiene que regañarlo y pedirle que se
aleje con un rezo para evitar la muerte de alguien.
En la cultura popular y el folclore de la mayor parte del territorio mexicano, se cree que las brujas, por medio del nahualismo,
tienen la capacidad de tranformarse en tecolotes para "velar el sueño
de sus víctimas" durante la noche y potenciar el daño hecho por medio de
su magia negra;
además de utilizar esta forma para secuestrar niños, los cuales
sacrifican en honor a sus dioses o para robarles la energía vital.
También se cree que cuando la bruja está transformada en tecolote emite
unos agudos silbidos, que si le son contestados con silbidos se le
atrae, y en cambio puede alejársele gritándole "ven por chile y sal", además de ser vulnerable a un exorcismo cristiano llamado "Las Doce Verdades".
No hay comentarios:
Publicar un comentario